Salzburgo, Mozart y el cuento de hadas
Un paseo por una ciudad de cuento de hadas, coronada por Wolfang Amadeus Mozart. En la foto, un bello café, en una esquina. En Salzburgo todo es así, decorado hasta el último detalle.
Salzburgo es Mozart, que le pone la frutilla al postre a una ciudad de cuento de hadas. El lugar es pequeño, totalmente caminable, con su castillo medieval (como corresponde), y por sí sólo sería una aldea hermosa. Mozart es quien lo corona: está su casa natal, su estatua, el Mozarteum, los chocolates con su figura, el puente con su nombre, los conciertos por todas partes . Salzburgo es Mozart, aunque éste haya muerto en Viena y haya estrenado sus óperas más famosas en Praga. No importa: lo han sabido aprovechar y el marketing del músico define a Salzburgo. Es una ciudad para un día de caminata, o para varios si el visitante es melómano. Pero bonita, encantadora, como salida de un cuento de hadas. Los productores de “La novicia rebelde” sabían adónde tenían que ambientar su película.
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