Mauricio LLaver
29 marzo, 2024 01:21

“Malbec Mon Amour”, y cómo saber todo lo que se sabe sobre el Malbec

Con numerosas ilustraciones y elementos de lectura rápida, “Malbec Mon Amour” es como un paseo por la historia, y las posibilidades ilimitadas, de nuestra cepa insignia. Laura Catena y Alejandro Vigil han creado un volumen que será un clásico para los amantes de nuestro vino emblemático.

El lunes por la tarde, Laura Catena y Alejandro Vigil me regalaron un ejemplar de “Malbec Mon Amour”. El miércoles ya me lo había terminado. Yo pensaba que era un libro con diálogos sobre vinos pero resulta que es un trabajo completísimo sobre el Malbec, para tenerlo como texto de consulta permanente. Con muchas ilustraciones y elementos de lectura rápida, “Malbec Mon Amour” es como un paseo, tal cual lo muestra la ilustración de la portada. El viaje arranca en el origen de la cepa, en Francia (hay registros del año 150 de nuestra era, pero probablemente ya existía desde antes de que Julio César invadiera las Galias, en el Siglo I AC), y termina con su más latente actualidad, pasando por su llegada a Mendoza en 1853 (el ingeniero Pouget, de la mano del gigantesco Sarmiento). Lo bueno es que no se habla solamente del vino, sino de todo su sustento: el origen de los suelos en Mendoza (la Cordillera de los Andes adquirió su forma final hace unos 5 millones de años); las zonas productoras; el sistema de riego de los huarpes (el rey de los incas, el imperialismo regional de entonces, mandó ingenieros en el Siglo XV para perfeccionar aquel sistema gravitacional); el desarrollo de la industria vitivinícola y, obviamente, el papel que la familia Catena ha jugado en este proceso. El Malbec era uno de los cinco vinos de la famosa Clasificación de Burdeos (Napoleón III, 1855) pero la epidemia de filoxera de los 1860’s lo diezmó hondamente en Francia. Ese giro del destino le permitió desarrollar toda su realeza en nuestros terruños y así es como, al mismo tiempo, terminó siendo un varietal del Viejo Mundo y del Nuevo Mundo. El libro también habla del trabajo del Catena Institute, que cuenta con la selección de plantas de Malbec más grande del mundo y ha demostrado en publicaciones internacionales que en Mendoza hay un verdadero terroir. “Malbec Mon Amour” tiene de todo, pero lo mejor es su aspecto inspiracional y movilizador: mientras se lo lee, dan ganas de saber más sobre este cepaje y de probar todos los Malbec del mundo. Su tamaño y formato de tapa dura impiden que se lo lea con una copa en la otra mano, pero no importa: que la copa esté cerquita, porque un buen Malbec y este libro hacen un blend formidable.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *