Mauricio LLaver
29 marzo, 2024 02:51

Cómo probar algunos de los mejores Merlot argentinos

Mariano Di Paola, enólogo de las bodegas Rutini y La Rural, organizó este año dos catas verticales de Merlot, desde la cosecha 1994 hasta la 2012. Tuve la suerte de estar en las dos.

Mariano Di Paola, pasión por el Merlot.

Una hilera de botellas para degustar paso a paso.

Es como un viaje por la evolución de los vinos argentinos. Se trata de haber probado 19 vinos Merlot, elaborados en la misma finca de Tupungato, en el Valle de Uco, y por el mismo enólogo: Mariano Di Paola. El resultado es una experiencia que permite comprobar cuánto han ido cambiando las cosas en estos años. Y cuánto hay por disfrutar.

En general, todos los vinos están “vivos”, con una buena acidez. No es un mal dato para empezar. Igual, hay saltos apreciables, como el del color entre las cosechas 1999 y 2000. Al ver a todos los vinos juntos en sus copas, uno se da cuenta de que entre esos años pasó algo. El color, el aroma y el gusto se transforman en más modernos, con más fruta en general.

Mis notas de cata dicen de todo. Pero mi favorito fue el 2010, el último de la serie que se puso en botella. Transcribo la simple oración que escribí en el momento: “Redondo absoluto. No tiene astringencias. Sedoso. Llena la boca”. Creo que en los próximos años lo disfrutaré todavía
más.

El 2008 estuvo muy cerca del anterior, y el tercero en mis preferencia fue el… 1996. Ya lleva 16 años y tiene esa elegancia que sólo el Merlot y el buen paso del tiempo le pueden dar a un vino. “A todos nos ha sorprendido”, dice Di Paola.

Un último dato: todas las cosechas tienen entre 5 y 10% de Cabernet Franc, el gran “redondeador” de los buenos vinos argentinos de los últimos años.

 

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