En contra de los comisarios del gusto
La primera noticia que tuve sobre Wislawa Szymborska fue en 1996, cuando ganó el Premio Nobel de Literatura. Es una poetisa polaca, que algunos definen como “existencialista”. Imagino que en las traducciones debe perderse mucho de su poesía, pero yo amo la simpleza y profundidad de estos poemas. Especialmente “La muerte (sin exageración)”, que me ha ayudado a seguir adelante con muchas cosas gracias a su frase final: “Lo que tú has recorrido, ella ya no lo puede borrar”. Tal vez se piense que esto no tiene nada que ver con el vino o la buena vida, pero yo creo que sí lo tiene, y en su sentido más profundo: buscar el placer y la belleza.
Manuel Vicent es uno de mis escritores favoritos y tengo todos los libros que he podido conseguir de él. Pero al texto que transcribo sólo lo pude encontrar en la desaparecida revista La Maga, en su número 235, 17 de julio de 1996. Desde entonces guardo ese ejemplar en mi biblioteca, seguro de que algún día me iba a servir para reproducirlo en algún lugar. El título era “La mística de los sabores mediterráneos”.