Berlín, pura historia, universal y personal
Un regreso a la capital alemana después de 25 años, con la caída del Muro entre medio como divisora de aguas.
Berlín para mí significa historia, tanto de la grande como de la particular. Yo estuve aquí en 1986, exactamente 25 años atrás, cuando todavía existía el Muro. Era el lado oriental, es decir que en aquel entonces no nos podíamos acercar a la pared. Ahora es toda una nueva ciudad, transformada completamente por las construcciones y por la libertad. Como no me gustan las palabras grandilocuentes, pienso mucho en si debería usar esa palabra, que es grande y de la cual se abusa frecuentemente. Pero sí, aquí es notoria: si algo definía a la libertad por su oposición, era aquel muro. Berlín está mucho mejor, más linda, más suelta, más variada, más multicolor. Me animo a definirlo: es el aire de la libertad.
En una caminata de cuatro horas uno puede pasear por los dos grandes totalitarismos del Siglo 20. Primero por el nazismo: el patio de la quema de libros, las calles de los desfiles incesantes, los edificios gigantescos que Albert Speer le hacía a Hitler (quedan tres, de los cuales veo uno: el de la Luftwaffe, actual Ministerio de Finanzas) y el lugar aproximado sobre el bunker de Hitler. Después, por el comunismo soviético: básicamente el Muro, que lo resumía todo, el Checkpoint Charlie y los edificios horribles, grises, pesados. Contrastar todo aquello con la soltura actual de la gente en la calle causa una alegría genuina. Así de sencillo.
Dos fotos, 25 años de historia entre medio. La primera es de 1986, desde el lado oriental. La pared blanca que se observa al lado de la Puerta de Brandenburgo es el Muro de Berlín. Si se mira con detalle, estoy apoyado en una barrera, desde la cual no se podía pasar. Ahora, 2011, casi en el mismo lugar, sin muro. Antes había cemento gris, ahora césped. Y personas que circulan, libremente. Yo le temo a las palabras grandilocuentes, pero aquí es obvio que se siente ‘el vientecillo de la libertad’ (Sabina).
Paula said on 31 julio, 2011
Estuve en Berlin hace un poco mas de un mes.
La verdad que fue mi primera vez, pero fue increible la sensación que viví…
La historia está presente y mas viva que nunca, toda la ciudad está llena de lugares que recuerdan lo que pasó, el muro, los nazis y muchas otras cosas nefastas.
La ciudad, aun sin muro tiene en su estetica y en su gente esa división, son dos ciudades en una.Del Lado Este el street art se hace notar muchisimo, mostrando una sociedad mucho mas contestataria, mas rebelde, en cambio en el lado oeste es una ciudad muy ordenada, como uno de imagina a Alemania.
Increible ciudad Berlin, y si, es grandilocuente!
Darrence said on 1 octubre, 2011
Wow, this is in every respect what I neeedd to know.